Las cookies son importantes para ti, influyen en tu experiencia de navegación. Usamos cookies analíticas, de personalización y publicitarias (propias y de terceros) para hacer perfiles basados en hábitos de navegación y mostrarte contenido personalizado. Puedes consultar nuestra Política de cookies. Al hacer click en "Aceptar", consientes que todas las cookies se guarden en tu dispositivo o puedes configurarlas o rechazar su uso pulsando en "Configurar".
Este es el configurador avanzado de cookies propias y de terceros. Aquí puedes modificar parámetros que afectarán directamente a tu experiencia de navegación en esta web.
Las cookies necesarias ayudan a hacer una página web utilizable activando funciones básicas como la navegación en la página y el acceso a áreas seguras de la página web. La página web no puede funcionar adecuadamente sin estas cookies.
Las cookies estadísticas ayudan a los propietarios de páginas web a comprender cómo interactúan los visitantes con las páginas web reuniendo y proporcionando información de forma anónima.
En Laboratorio Hospital 4 utilizamos cookies para garantizar el funcionamiento de nuestros sitios web, así como para mejorar su calidad y contenidos a través del análisis de los hábitos de navegación de los usuarios, proporcionándote una excelente experiencia de navegación. En la presente Política de Cookies, te explicamos qué son las cookies, para qué sirven, y cómo puedes configurarla o desactivarlas si así lo deseas. Además, te indicamos qué tipos de cookies utiliza, y con qué finalidad lo hace, la sociedad Laboratorio Hospital 4 del sitio web a través del cual has accedido a la presente Política de Cookies (el “Sitio web”), y que se encuentra debidamente identificada en el Aviso Legal que figura en el mismo. Te invitamos a leer atentamente esta Política de Cookies.
Las cookies ficheros que se instalan en tu dispositivo (por ejemplo, tu ordenador, tableta o teléfono móvil) cuando visitas un sitio web. Las cookies se utilizan para garantizar la calidad, usabilidad y correcto funcionamiento de los sitios web, además de para almacenar y recuperar información sobre los hábitos de navegación en los mismos y personalizar sus contenidos, pudiendo utilizarse en ocasiones para reconocer al usuario de un sitio web.
Por lo tanto, las cookies son esenciales para el funcionamiento de Internet, y en ningún caso suponen un riesgo para tu equipo o tu dispositivo. Es más, pueden ayudarnos a reconocer la necesidad de mejoras en partes del Sitio web y a detectar errores de funcionamiento.
Las cookies pueden clasificarse en diversos tipos, según diferentes criterios. A continuación, Laboratorio Hospital 4 le ofrece información sobre los diferentes tipos de cookies que utilizamos en el Sitio web.
A continuación, te explicamos qué cookies utilizan los diferentes sitios web de Laboratorio Hospital 4, y con qué finalidad lo hacen. También detallamos las características de cada una de ellas. Puedes conocer el listado de cookies que utiliza el Sitio web que estás visitando en su centro de configuración de cookies, al que puedes acceder a través del siguiente enlace: Configuración de privacidad
Además, puedes informarte de las transferencias a terceros países que, en su caso, realizan los terceros identificados en esta política de cookies en sus correspondientes políticas, a la cuales te facilitamos los enlaces correspondientes:
Puedes aceptar o rechazar el uso de cookies a través del centro de configuración de cookies que Laboratorio Hospital 4 pone a tu disposición, y al que puedes acceder tanto a través del mensaje de información básica sobre cookies que aparece al visitar el Sitio web por primera vez, como a través del siguiente enlace, que te dirigirá al centro de configuración de cookies: Configuración de privacidad.
En el centro de configuración de cookies de Laboratorio Hospital 4 podrás consentir al uso de cookies, así como retirar cualquier consentimiento para sus uso ya otorgado, en cualquier momento y tantas veces como desees.
Ten en cuenta que si aceptas las cookies de terceros, deberás eliminarlas, si así lo deseas, directamente a través de las opciones de gestión de cookies de tu navegador, tal y como explicamos en el siguiente punto 4.2.
Puedes permitir, bloquear o eliminar las cookies instaladas en tu equipo en cualquier momento a través de las opciones que pone a tu disposición el navegador que utilizas. Ten en cuenta que si deshabilitas la totalidad de las cookies, algunas funcionalidades o contenidos del Sitio web de Laboratorio Hospital 4 pueden verse afectados. Te contamos cómo hacerlo:
El cáncer de próstata es la neoplasia más frecuente en hombres. Según datos, 1 de cada 8 hombres desarrollará un cáncer de próstata sin presentar sintomatología hasta etapas avanzadas de la enfermedad. Por esto, su detección precoz es esencial.
Si eres un hombre de mediana o mayor edad, puedes realizarte este panel para conocer la condición de tu próstata. Además de esto, es importante tener en cuenta que si tiene algún síntoma urológico o un pariente de primer grado con cáncer de próstata o síntomas urológicos, debe considerarlo y consultarlo con su médico.
El análisis de sangre de PSA mide la proporción de PSA libre a PSA total. Cuando el PSA se eleva, esta prueba puede ayudar a distinguir entre cáncer y una afección benigna.
El antígeno prostático específico, o PSA, es una proteína producida por las células normales así como por células malignas de la glándula prostática. El análisis del PSA mide la concentración del PSA en la sangre de un hombre.
Para detectar el cáncer de próstata en varones (aunque no existe consenso acerca de su utilidad en varones asintomáticos), como ayuda en la decisión de realizar o no una biopsia de próstata, para monitorizar la efectividad del tratamiento del cáncer de próstata y para la detección de recidiva del cáncer de próstata.
El PSA debe solicitarse cuando un hombre presenta síntomas que sugieran la presencia de cáncer de próstata, como dificultad o dolor al orina y/o necesidad de orinar frecuentemente. Podría también solicitarse a intervalos regulares, durante el tratamiento del cáncer de próstata y después del mismo. Existe un debate abierto entre los expertos en cuanto a qué edad y con qué frecuencia debe solicitarse el PSA en varones asintomáticos. La periodicidad de la determinación del PSA es una decisión personal. Pero se aconseja que por encima de los 45 se realice una prueba cada 3 años.
El PSA es una proteína sintetizada principalmente por las células de la próstata, una glándula que rodea la uretra masculina y elabora un fluido que forma parte del semen. La mayor parte del PSA sintetizado por la glándula es liberado con este fluido, pero una pequeña parte llega a la circulación sanguínea. En la sangre, el PSA se encuentra en dos formas distintas: libre (no unido a proteína) y unido (formando un complejo proteína-PSA). La prueba más habitual es la detección del PSA total, que mide la suma de PSA libre y de PSA unido a otras proteínas. Cuando el médico solicita la prueba del PSA se refiere al PSA total.
El PSA se utiliza como un marcador tumoral para detectar y monitorizar el cáncer de próstata. Es una buena herramienta pero no perfecta, y actualmente todavía no se ha llegado a un consenso acerca de su utilidad en el cribado del cáncer de próstata en varones asintomáticos. Concentraciones elevadas de PSA se asocian a cáncer de próstata, pero también se observan en casos de prostatitis (inflamación de la próstata) y en la hiperplasia benigna de próstata (HBP). Se pueden observar concentraciones moderadamente elevadas en individuos de origen afro-americano; además, las concentraciones tienden a aumentar con la edad.
El PSA no es una prueba diagnóstica del cáncer de próstata. La prueba de elección para el diagnóstico del cáncer de próstata es la biopsia de próstata, que se efectúa recogiendo pequeñas muestras de tejido prostático e identificando las células anormales por microscopía. El PSA total y el tacto rectal se utilizan en combinación para decidir la necesidad o no de practicar una biopsia. El objetivo del cribado es reducir al máximo el número de biopsias innecesarias y detectar el cáncer clínicamente significativo cuando todavía esta confinado al interior de la glándula prostática. El término clínicamente significativo es muy importante porque a pesar de que el cáncer de próstata es relativamente habitual en hombres de edad avanzada, muchos de los casos son de crecimiento muy lento de manera que la muerte puede acontecer por otras causas. Por ello, los médicos intentan por todos los medios detectar tanto la presencia de cáncer de próstata como diferenciar los de lento crecimiento de los de crecimiento más agresivo y de elevada capacidad metastásica (capacidad de invadir y extenderse a otros órganos). El sobrediagnóstico y el exceso de tratamiento son temas con los que los médicos actualmente lidian. En algunos casos el tratamiento puede ser peor que la enfermedad en sí, pudiendo causar efectos colaterales, como disfunción eréctil e incontinencia urinaria. La prueba del PSA y el tacto rectal pueden detectar la mayoría de cánceres de próstata, pero generalmente no pueden predecir el curso de la enfermedad en un individuo determinado.
No existe consenso actualmente sobre la edad de screening del antígeno protático, pero el inicio la edad más temprana según organismos son los 45 años de edad. Por supuesto si existe algún antecedente familiar se recomienda a partir de los 40 años.
La determinación de PSA y la realización del tacto rectal deberían solicitarse cuando el paciente presente síntomas que podrían deberse a un cáncer de próstata, como dificultad o dolor al orinar, y/o aumento de la frecuencia urinaria, dolor de espalda y/o pélvico. Como esta sintomatología puede presentarse en distintas situaciones, como la infección urinaria o la prostatitis, habitualmente el médico solicita otras pruebas, como el cultivo de orina. Algunas de las situaciones descritas pueden causar también aumentos transitorios del PSA. Si el PSA total se encontrara elevado, el médico solicitaría la repetición de la prueba unas semanas después para verificar si su valor ha vuelto o no a la normalidad.
El PSA libre se suele solicitar cuando el PSA total se encuentra moderadamente elevado. Este resultado proporciona información adicional al médico sobre si el paciente presenta o no un riesgo elevado de padecer un cáncer de próstata y le ayuda en la decisión de realizar o no una biopsia de próstata.
El PSA total puede solicitarse en pacientes diagnosticados de cáncer de próstata para verificar la eficacia del tratamiento, y a intervalos regulares después del tratamiento para la detección precoz de recidivas. También se solicita a intervalos regulares cuando el médico decide no tratar a un paciente con cáncer de próstata y se mantiene a la expectativa de ver como va evolucionando para iniciar el tratamiento.
El valor normal de PSA total ha sido fijado en 4.0 ng/mL (nanogramos por mililitro de sangre.) Ciertos profesionales creen que este valor debería fijarse en 2.5 ng/mL para así detectar más casos de cáncer de próstata, mientras que otros argumentan que esto provocaría un exceso en el diagnóstico y por tanto un tratamiento de cánceres sin significación clínica. Los valores de decisión pueden variar entre distintos laboratorios.
Existe el acuerdo de que los varones con un PSA total por encima de 10.0 ng/mL presentan un riesgo mayor de padecer cáncer de próstata . Las concentraciones entre 4.0 ng/mL y 10.0 ng/mL pueden indicar la existencia de cáncer de próstata (con una probabilidad cercana al 25% según la ACS), hiperplasia benigna de próstata (HBP) o prostatitis. Estos trastornos son más comunes en personas de edad más avanzada, así como lo son también aumentos de las concentraciones de PSA. Las concentraciones de PSA comprendidas entre 4.0 ng/mL y 10.0 ng/mL se conocen comúnmente como la “zona gris”. Es en este rango de valores en el que el PSA libre es más útil. En varones con resultados de PSA total en la zona gris y con concentraciones bajas de PSA libre, el riesgo de padecer cáncer de próstata es mayor; si los valores de PSA libre son elevados, el riesgo es menor. El cociente entre PSA libre y PSA total ayuda al médico en la decisión de realizar o no la biopsia de próstata.
La concentración de PSA tendría que disminuir durante el tratamiento del cáncer de próstata. Al final del tratamiento debería de haberse reducido a concentraciones indetectables o muy bajas. Si la concentración no disminuye, se debe a que el tratamiento no ha sido del todo efectivo. Después del tratamiento, la concentración de PSA se sigue evaluando a intervalos regulares para detectar la posible aparición de recidivas. Cualquier cambio de concentración, por pequeño que sea, puede resultar muy significativo y por ello lo más adecuado es medir siempre el PSA en el mismo laboratorio para así reducir la variabilidad al máximo.
Actualmente se sugiere que una nueva prueba conocida como PSA ultrasensible (USPSA) podría ser mucho más útil que el PSA para la monitorización de la persistencia o de la recurrencia del cáncer de próstata. Esta prueba permite detectar PSA a niveles muy inferiores a la prueba tradicional del PSA, de tal modo que pequeños aumentos de USPSA permitirían detectar más precozmente persistencia o recurrencia del cáncer. No obstante, estos resultados deben interpretarse con cautela ya que la elevada sensibilidad de la prueba se asocia a mayor casos de resultados falsamente positivos (aumento de PSA entre dos determinaciones cuando en realidad no existe cáncer).
¿Cuáles son mis opciones si tengo un cáncer de próstata?
Los tratamientos más habituales incluyen radioterapia, hormonoterapia y cirugía.
¿Detecta el PSA todos los cánceres de próstata?
No. Algunas células cancerosas prostáticas no sintetizan mucho PSA, y la prueba será negativa a pesar de que exista cáncer.
¿Debería solicitarse la prueba del PSA a todos los varones?
Si existen síntomas que parezcan indicar la presencia de un problema prostático, el médico solicitará con toda seguridad el PSA. En caso de no existir sintomatología, la decisión de realizar la prueba la pueden tomar conjuntamente médico y paciente.
Para detectar el cáncer de próstata en varones (aunque no existe consenso acerca de su utilidad en varones asintomáticos), como ayuda en la decisión de realizar o no una biopsia de próstata, para monitorizar la efectividad del tratamiento del cáncer de próstata y para la detección de recidiva del cáncer de próstata.
Para detectar el cáncer de próstata en varones (aunque no existe consenso acerca de su utilidad en varones asintomáticos), como ayuda en la decisión de realizar o no una biopsia de próstata, para monitorizar la efectividad del tratamiento del cáncer de próstata y para la detección de recidiva del cáncer de próstata.
El PSA debe solicitarse cuando un hombre presenta síntomas que sugieran la presencia de cáncer de próstata, como dificultad o dolor al orina y/o necesidad de orinar frecuentemente. Podría también solicitarse a intervalos regulares, durante el tratamiento del cáncer de próstata y después del mismo. Existe un debate abierto entre los expertos en cuanto a qué edad y con qué frecuencia debe solicitarse el PSA en varones asintomáticos. La periodicidad de la determinación del PSA es una decisión personal. Pero se aconseja que por encima de los 45 se realice una prueba cada 3 años.
El PSA es una proteína sintetizada principalmente por las células de la próstata, una glándula que rodea la uretra masculina y elabora un fluido que forma parte del semen. La mayor parte del PSA sintetizado por la glándula es liberado con este fluido, pero una pequeña parte llega a la circulación sanguínea. En la sangre, el PSA se encuentra en dos formas distintas: libre (no unido a proteína) y unido (formando un complejo proteína-PSA). La prueba más habitual es la detección del PSA total, que mide la suma de PSA libre y de PSA unido a otras proteínas. Cuando el médico solicita la prueba del PSA se refiere al PSA total.
El PSA se utiliza como un marcador tumoral para detectar y monitorizar el cáncer de próstata. Es una buena herramienta pero no perfecta, y actualmente todavía no se ha llegado a un consenso acerca de su utilidad en el cribado del cáncer de próstata en varones asintomáticos. Concentraciones elevadas de PSA se asocian a cáncer de próstata, pero también se observan en casos de prostatitis (inflamación de la próstata) y en la hiperplasia benigna de próstata (HBP). Se pueden observar concentraciones moderadamente elevadas en individuos de origen afro-americano; además, las concentraciones tienden a aumentar con la edad.
El PSA no es una prueba diagnóstica del cáncer de próstata. La prueba de elección para el diagnóstico del cáncer de próstata es la biopsia de próstata, que se efectúa recogiendo pequeñas muestras de tejido prostático e identificando las células anormales por microscopía. El PSA total y el tacto rectal se utilizan en combinación para decidir la necesidad o no de practicar una biopsia. El objetivo del cribado es reducir al máximo el número de biopsias innecesarias y detectar el cáncer clínicamente significativo cuando todavía esta confinado al interior de la glándula prostática. El término clínicamente significativo es muy importante porque a pesar de que el cáncer de próstata es relativamente habitual en hombres de edad avanzada, muchos de los casos son de crecimiento muy lento de manera que la muerte puede acontecer por otras causas. Por ello, los médicos intentan por todos los medios detectar tanto la presencia de cáncer de próstata como diferenciar los de lento crecimiento de los de crecimiento más agresivo y de elevada capacidad metastásica (capacidad de invadir y extenderse a otros órganos). El sobrediagnóstico y el exceso de tratamiento son temas con los que los médicos actualmente lidian. En algunos casos el tratamiento puede ser peor que la enfermedad en sí, pudiendo causar efectos colaterales, como disfunción eréctil e incontinencia urinaria. La prueba del PSA y el tacto rectal pueden detectar la mayoría de cánceres de próstata, pero generalmente no pueden predecir el curso de la enfermedad en un individuo determinado.
No existe consenso actualmente sobre la edad de screening del antígeno protático, pero el inicio la edad más temprana según organismos son los 45 años de edad. Por supuesto si existe algún antecedente familiar se recomienda a partir de los 40 años.
La determinación de PSA y la realización del tacto rectal deberían solicitarse cuando el paciente presente síntomas que podrían deberse a un cáncer de próstata, como dificultad o dolor al orinar, y/o aumento de la frecuencia urinaria, dolor de espalda y/o pélvico. Como esta sintomatología puede presentarse en distintas situaciones, como la infección urinaria o la prostatitis, habitualmente el médico solicita otras pruebas, como el cultivo de orina. Algunas de las situaciones descritas pueden causar también aumentos transitorios del PSA. Si el PSA total se encontrara elevado, el médico solicitaría la repetición de la prueba unas semanas después para verificar si su valor ha vuelto o no a la normalidad.
El PSA libre se suele solicitar cuando el PSA total se encuentra moderadamente elevado. Este resultado proporciona información adicional al médico sobre si el paciente presenta o no un riesgo elevado de padecer un cáncer de próstata y le ayuda en la decisión de realizar o no una biopsia de próstata.
El PSA total puede solicitarse en pacientes diagnosticados de cáncer de próstata para verificar la eficacia del tratamiento, y a intervalos regulares después del tratamiento para la detección precoz de recidivas. También se solicita a intervalos regulares cuando el médico decide no tratar a un paciente con cáncer de próstata y se mantiene a la expectativa de ver como va evolucionando para iniciar el tratamiento.
El valor normal de PSA total ha sido fijado en 4.0 ng/mL (nanogramos por mililitro de sangre.) Ciertos profesionales creen que este valor debería fijarse en 2.5 ng/mL para así detectar más casos de cáncer de próstata, mientras que otros argumentan que esto provocaría un exceso en el diagnóstico y por tanto un tratamiento de cánceres sin significación clínica. Los valores de decisión pueden variar entre distintos laboratorios.
Existe el acuerdo de que los varones con un PSA total por encima de 10.0 ng/mL presentan un riesgo mayor de padecer cáncer de próstata . Las concentraciones entre 4.0 ng/mL y 10.0 ng/mL pueden indicar la existencia de cáncer de próstata (con una probabilidad cercana al 25% según la ACS), hiperplasia benigna de próstata (HBP) o prostatitis. Estos trastornos son más comunes en personas de edad más avanzada, así como lo son también aumentos de las concentraciones de PSA. Las concentraciones de PSA comprendidas entre 4.0 ng/mL y 10.0 ng/mL se conocen comúnmente como la “zona gris”. Es en este rango de valores en el que el PSA libre es más útil. En varones con resultados de PSA total en la zona gris y con concentraciones bajas de PSA libre, el riesgo de padecer cáncer de próstata es mayor; si los valores de PSA libre son elevados, el riesgo es menor. El cociente entre PSA libre y PSA total ayuda al médico en la decisión de realizar o no la biopsia de próstata.
La concentración de PSA tendría que disminuir durante el tratamiento del cáncer de próstata. Al final del tratamiento debería de haberse reducido a concentraciones indetectables o muy bajas. Si la concentración no disminuye, se debe a que el tratamiento no ha sido del todo efectivo. Después del tratamiento, la concentración de PSA se sigue evaluando a intervalos regulares para detectar la posible aparición de recidivas. Cualquier cambio de concentración, por pequeño que sea, puede resultar muy significativo y por ello lo más adecuado es medir siempre el PSA en el mismo laboratorio para así reducir la variabilidad al máximo.
Actualmente se sugiere que una nueva prueba conocida como PSA ultrasensible (USPSA) podría ser mucho más útil que el PSA para la monitorización de la persistencia o de la recurrencia del cáncer de próstata. Esta prueba permite detectar PSA a niveles muy inferiores a la prueba tradicional del PSA, de tal modo que pequeños aumentos de USPSA permitirían detectar más precozmente persistencia o recurrencia del cáncer. No obstante, estos resultados deben interpretarse con cautela ya que la elevada sensibilidad de la prueba se asocia a mayor casos de resultados falsamente positivos (aumento de PSA entre dos determinaciones cuando en realidad no existe cáncer).
¿Cuáles son mis opciones si tengo un cáncer de próstata?
Los tratamientos más habituales incluyen radioterapia, hormonoterapia y cirugía.
¿Detecta el PSA todos los cánceres de próstata?
No. Algunas células cancerosas prostáticas no sintetizan mucho PSA, y la prueba será negativa a pesar de que exista cáncer.
¿Debería solicitarse la prueba del PSA a todos los varones?
Si existen síntomas que parezcan indicar la presencia de un problema prostático, el médico solicitará con toda seguridad el PSA. En caso de no existir sintomatología, la decisión de realizar la prueba la pueden tomar conjuntamente médico y paciente.
Para detectar el cáncer de próstata en varones (aunque no existe consenso acerca de su utilidad en varones asintomáticos), como ayuda en la decisión de realizar o no una biopsia de próstata, para monitorizar la efectividad del tratamiento del cáncer de próstata y para la detección de recidiva del cáncer de próstata.
Con esta prueba obtienes un chequeo sobre el estado de tu próstata. La relación PSA Total/Libre nos da mucha información sobre su estado y nos alerta si fuera necesario realizar alguna prueba complementaria.
Busca tu prueba con el buscador o bien selecciona un panel específico que incluye diferentes pruebas. Ahí encontrarás toda la información de la prueba.
Una vez sepas qué prueba necesitas tan solo añádela al carrito y realiza el pago. El equipo se pondrá en contacto contigo.
Ponemos a tu disposición una plataforma para que puedas consultar tus pruebas analíticas. Además de las pruebas realizadas con anteriodidad.
Ofrecemos los mejores servicios de nuestro sector. Solo nos conformamos con lo mejor, pues nuestra única y máxima prioridad es su total satisfacción.