¿QUÉ ES?
La hormona antimulleriana (AMH) se produce en los tejidos reproductores, es decir, testículos en varones y ovarios en mujeres. La función y la cantidad de AMH varía en función de la edad y el sexo. Esta prueba mide los niveles o concentración de AMH en sangre.
En las primeras etapas del desarrollo de un bebé de sexo masculino, los testículos producen AMH inhibiendo así el desarrollo de órganos reproductores femeninos y promoviendo el desarrollo de otros órganos reproductores masculinos. En niños el nivel o concentración de AMH permanece elevado hasta la pubertad, y a partir de ese momento disminuye.
En niñas se produce poca cantidad de AMH, y se promueve así el desarrollo de las estructuras reproductoras femeninas. La concentración de AMH en niñas es baja hasta la pubertad; en ese momento los ovarios empiezan a producir la hormona y la concentración aumenta. Posteriormente, los niveles disminuyen de manera constante, de tal manera que después de la menopausia la hormona es indetectable o bien está presente a una concentración muy baja.
La hormona antimulleriana es una hormona muy importante durante la edad fértil de una mujer. Al nacer, los bebés de sexo femenino presentan aproximadamente un millón de óvulos (oocitos), aunque esta cantidad disminuye de manera natural durante la infancia hasta alcanzar una cifra cercana a quinientos mil. Tan solo un número reducido de estos oocitos entrarán en la fase de maduración folicular -un oocito en cada ciclo menstrual-. La hormona antimulleriana (AMH) permite mantener un balance en las oscilaciones cíclicas de las hormonas lutropina (LH) y folitropina (FSH) durante el proceso de maduración y liberación del óvulo (ovulación). La cantidad de AMH constituye un reflejo del desarrollo del folículo ovárico y de la reserva ovárica existente.
Son diversos los estudios que han demostrado que la medida de los niveles de AMH puede resultar útil para predecir la reserva ovárica (potencial residual de maduración de óvulos) y
establecer la probabilidad de que la mujer quede embarazada. La AMH va disminuyendo a lo largo de la vida fértil de una mujer, disminuye de manera significativa al acercarse la menopausia y acaba siendo prácticamente indetectable después de la menopausia. La deterrminación de la AMH puede ser útil en la evaluación del estado fértil de una mujer y puede predecir el inicio de la menopausia.
Se ha descrito la asociación entre niveles elevados de AMH y un trastorno ovárico conocido como síndrome del ovario poliquístico (SOP). El exceso de folículos que existe en el SOP provoca que se produzcan cantidades elevadas de AMH.
La AMH también juega un rol esencial en la diferenciación sexual del feto. Durante las primeras semanas del embarazo, el feto puede potencialmente formar órganos reproductores masculinos o femeninos. La producción de andrógenos y de AMH por parte de los dos testículos de un bebé varón inhibe el desarrollo de órganos o estructuras reproductoras femeninas (conductos Mullerianos, presentes en ambos sexos en el feto) y promueve la formación de otros órganos reproductores masculinos. Si durante este proceso no existe suficiente cantidad de AMH pueden desarrollarse órganos sexuales ambiguos (ni claramente masculinos ni claramente femeninos). En caso de que existan genitales ambiguos, es posible que al nacer no sea fácil reconocer inmediatamente el sexo del bebé.
La hormona antimulleriana puede estar elevada en algunos tumores ováricos (ya sea benignos o cancerosos). Si el tumor produce la hormona, esta puede emplearse como marcador tumoral para monitorizar la eficacia del tratamiento y para monitorizar posibles recurrencias.
¿CUÁNDO DE SOLICITA?
La hormona antimulleriana (AMH) puede solicitarse para evaluar la función ovárica y la fertilidad, especialmente cuando se considera la posibilidad de aplicar técnicas de reproducción asistida, como una fertilización in vitro (FIV); también cuando interesa determinar si se acerca la fase de la menopausia.
La AMH se puede solicitar si una mujer presenta signos o síntomas de un síndrome del ovario poliquístico (SOP), como por ejemplo:
- Sangrados uterinos anómalos
- Acantosis nigricans
- Acné
- Ausencia del ciclo menstrual (amenorrea)
- Pechos pequeños
- Ovarios grandes
- Exceso de vello facial y corporal (hirsutismo), con patrones de crecimiento de vello masculinos como: presencia de vello en la cara, patillas, barbilla, labio superior, línea media del abdomen, tórax, areola, parte baja de la espalda, nalgas y parte interior del muslo
- Obesidad o ganancia de peso, con distribución central de la grasa corporal
- Pequeñas verrugas en axilas o cuello
- Cabello fino y patrón de calvicie masculino
La AMH puede solicitarse la AMH en casos de genitales ambiguos en bebés o cuando en un bebé varón los testículos no han descendido apropiadamente.
Puede solicitarse tambien periódicamente en casos de cáncer de ovario productor de AMH, para monitorizar la eficacia del tratamiento y monitorizar posibles recurrencias.
¿QUÉ SIGNIFICA EL RESULTADO DE LA PRUEBA?
Dado que los valores de referencia dependen de muchos factores, incluyendo la edad del paciente, el sexo, las características de la población y el método utilizado, los resultados numéricos de los análisis tienen diferentes interpretaciones en dependiendo de la finalidad de la analítica. Ahora bien si hablamos de reserva ovárica debe existir como mínimo 3 tipos de intervalos: baja, normal y alta reserva ovárica.El informe de su laboratorio debe incluir el intervalo de referencia específico para sus análisis.
Mujeres
Durante la vida fértil de una mujer, una concentración baja de AMH puede indicar la existencia de pocos óvulos y de pobre calidad (reserva ovárica baja), y por consiguiente una baja fertilidad, lo que resultaría en una pobre o mínima respuesta a procedimientos de fertilización in vitro (FIV). También puede indicar que los ovarios no funcionan normalmente (fallo ovárico prematuro).
Si los niveles de AMH van disminuyendo y/o disminuyen de manera significativa en un momento determinado, se puede pensar en el inicio inminente de la menopausia. Es normal hallar valores muy bajos de AMH en mujeres durante la infancia y después de la menopausia.
En el síndrome del ovario poliquístico (SOP) se suelen hallar niveles elevados de AMH, aunque no son diagnósticos de la enfermedad. Aumentos de AMH también pueden indicar una respuesta elevada o excesiva a la FIV y por lo tanto la necesidad de ajustar el procedimiento.
Si la AMH se emplea en la monitorización de un cáncer de ovario productor de AMH, una disminución de la hormona indica respuesta al tratamiento mientras que un aumento puede estar indicando una recurrencia de la enfermedad.
Bebés
En varones, la ausencia de AMH o unos niveles bajos de AMH pueden indicar la presencia de alteraciones en el gen de la AMH localizado en el cromosoma 19; este gen regula la producción de AMH y puede estar alterado en disfunciones testiculares. La falta de hormonas masculinas puede resultar en una ambigüedad genital, y en consecuencia se pueden formar estructuras reproductoras anómalas. En un bebé al que no le han descendido los testículos, niveles normales de AMH y de andrógenos indican que estos están presentes y que funcionan además normalmente, aunque no se localizan donde fisiológicamente les corresponde.